lunes, 22 de octubre de 2012

el sueño


Feliz, al fin sentía que había podido concretar su sueño. Aquel que desde niño daba vuelta por su cabeza, cada vez que su tío Enrique lo llevaba a alentar esos colores. Ahí, en el tablón junto a la gente compartiendo esos momentos, tal vez ese escenario, aquellas imágenes, habían  influenciado en parte su anhelo.

Nunca le gustó compartirlo, sólo él sabía dónde quería llegar.
No necesitaba otras opiniones, ¿para qué? estaba seguro. Sabía que su condición física le favorecía, fuerza de piernas, resistencia, ni el frío ni el calor extremo podían  afectar su desempeño pero por sobre todas las cosas gozaba de algo que no todos tienen, perseverancia. Tenía talento.

Desde aquellas tardes junto a su tío era consiente que en algún momento él, si él, iba a poder satisfacer a toda esta gente que colmaba la tribuna que da espalda a la placita, que aquellas
gargantas ansiosas de enrojecerse con un grito de gol algún día lo recordarían. Y estaba ahí, era el día.

En el estadio no entraba más nadie, estaban hasta esos que no van nunca pero que cuando la cosa viene bien matan por una entrada.
El equipo estaba en el túnel, en ese momento sentía que su corazón podía sonar más que aquel bombo que daba el compás al canto de la hinchada. Era el momento, miro cada rostro casi con detenimiento mientras alzaba los brazos, respiro profundo inflando su pecho instantes antes que de su boca saliera aquel grito, HAY COCAAAA!!

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